Posted by carmen vargas selles on 25 November, 2012
En Bugarach, una comuna del sur de Francia de solo 194 habitantes, ya empezó el apocalipsis. Desde el año pasado no ha dejado de crecer el número de creyentes y clérigos de la Nueva Era y ufólogos que llegan para quedarse allí. El pueblo se ha convertido en un Arca de Noé moderna pues sus excéntricos visitantes creen que ahí se salvarán del fin del mundo que se espera para el día del solsticio invernal el próximo 21 de diciembre, de acuerdo con el calendario maya.Los ufólogos y miembros de sectas aseguran que la pequeña aldea de Bugarach a los pies del monte homónimo, en el departamento de Aude, suroeste de Francia, será uno de los pocos lugares de la tierra en que se podrá sobrevivir al apocalipsis dadas sus energías magnéticas. Jean, un hombre canoso que lleva un blusón de lino blanco, llegó hace dos años en su camper y se instaló en una tienda de campaña en el bosque, al pie de la montaña de 1.231 metros de altura. Allí se ha estado preparando para la desaparición de la tierra. "El apocalipsis en que creemos es el fin de un mundo seguro y el comienzo de otro. Un nuevo mundo espiritual", explica Jean al diario inglés The Independent. "Este año es el fin de un ciclo de sufrimiento. Bugarach y su montaña es uno de los lugares magnéticos de la tierra dedicados a recoger las energías del mañana", asegura el creyente de la Nueva Era, o esotérico, como se refieren a ellos los lugareños. Según sus teorías, la cima del monte alberga una especie de cosmódromo construido con piedras mágicas que sirve de refugio para los extraterrestres. Junto con Jean, muchos otros se han instalado al pie de la montaña pues esperan que, cuando el Armagedón se desate, el grupo de extraterrestres salga en su nave espacial para salvarlos y viajar como parte del pequeño grupo de elegidos que será llevado hacia la siguiente edad de la historia en algún lugar en el espacio. Pero si usted pensaba en gastar todos sus ahorros y unirse a Jean y sus amigos (por si acaso están en lo cierto) no pierda el tiempo. Las autoridades francesas han asesinado toda esperanza de sobrevivir al fin del mundo para quienes no se encuentren aún en Bugarach. La Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra Desviaciones Sectarias (Miviludes) ha anunciado que prohibirá el acceso al pico de Bugarach 3 días antes y 2 días después de la fecha apocalíptica. Con el fin de impedir el acceso a aquellos que busquen salvarse a como dé lugar, la prefectura movilizará a un centenar de agentes policiales. La decisión se tomó porque se busca evitar suicidios colectivos, que no son ajenos a la historia francesa. La agencia gubernamental aún recuerda diariamente en sus operaciones el suicidio colectivo de 16 miembros de la secta de la Orden del Templo Solar en el cerro de Isère, cerca de la frontera franco-suiza, que se prendieron fuego en 1995. La Miviludes estima que hasta 100 mil personas podrían estar planeando un viaje a la montaña para la época pues en los últimos meses Bugarach ha experimentado una explosión de la demanda inmobiliaria, que ha triplicado los precios y aumentado los pedidos de reservas de habitaciones y alimento para la fecha. Carmen.
