CAMINABA POR LA CALLE CON MI PADRE CUANDO EL SE DETUVO EN UNA CURVA Y DESPUES DE UN PEQUEÑO SILENCIO ME PREGUNTO:
ADEMAS DEL CANTAR DE LOS PAJAROS ¿ ESCUCHAS ALGUNA COSA MAS? AGUDICE MIS OIDOS Y ALGUNOS SEGUNDOS DESPUES LE RESPONDI...ESTOY ESCUCHANDO EL RUIDO DE UNA CARRETA ....ESO DIJO MI PADRE ES UNA CARRETA VACIA.
PREGUNTE A MI PADRE ¿ COMO SABES QUE ES UNA CARRETA VACIA , SI AUN NO LA VEMOS ' ENTOnCES MI PADRE RESPONDIO...
ES MUY FACIL , SABES CUANDO UNA CARRETA ESTA VACIA POR CAUSA DEL RUIDO , CUANDO MAS VACIA ESTA LA CARRETA MAYOR ES EL RUIDO QUE HACE.
ME CONVERTI EN UN ADULTO Y HASTA CUANDO VEO A UNA PERSONA HABLANDO DEMASIADO ,INTERRUMPIENDO LA CONVERSACION DE TODOS PRESUMIENDO DE LO QUE TIENE ,HACIENDO DE MENOS A LA GENTE, TENGO LA IMPRESION DE OIR LA VOZ DE MI PADRE DICIENDO "CUANDO MAS VACIA ES LA CARRETA MAS ES EL RUIDO QUE HACE"
LA HUMANIDAD CONSISTE EN CALLAR NUESTRAS VIRTUDES Y PERMITIRLE A LOS DEMAS DESCUBRIRLAS , ES DEJAR QUE TODOS TENGAMOS EL MISMO NIVEL.
RECUERDA QUE EXISTEN PERSONAS POBRES QUE LO UNICO QUE TIENEN ES DINERO Y NADIE ESTA MAS VACIO QUE AQUEL QUE ESTA LLENO DE EGOISMO.
Extraido de internet. Me pareció intereante. Tengo años de experiencia académica en el dictado de cursos y es un gran tema de debate, tanto para maestros como alumnos.
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Estoy por compartir con ustedes mis propias experiencias sobre cobrar por una enseñanza espiritual. Esto que comparto es mi regalo, en un nivel práctico, para aquellos de ustedes que están enseñando información espiritual ahora, o especialmente para aquellos que están a punto de enseñar. Si eres un buscador, tal vez esto te ayude a comprender el balance precario que los maestros espirituales deben encontrar, si quieren permanecer en integridad con lo que te cobran para asistir a sus cursos
Cómo comencé a Enseñar
Hace casi veinte años, mis guías me pidieron que enseñara lo que se me había instruido en los doce años anteriores. Yo no sabía, durante todos los doce años de mi entrenamiento, que se me pediría esto. Por lo que la petición me llegó de sorpresa.
La petición también me causó un impacto. Tanto, que al principio dije que no. No quería hacer pública mi vida. Sólo estaba pensando en mi mismo. Pero durante un periodo de casi dos semanas, mis guías me dejaron clara la Ley Espiritual que dice, que cuando recibes un regalo espiritual, no lo puedes guardar sólo para ti. Debe ser compartido con otros. Cuando vi la verdad de lo que me estaban diciendo, con renuencia acepté enseñar lo que había aprendido.
Conforme me dispuse a prepararme para enseñar un curso sobre la meditación MerKaBa de ascensión y la Geometría Sagrada - las formas sagradas y las proporciones que generan la Creación en la que vivimos -, me encontré con un problema ordinario y cotidiano: ¿Debía cobrar dinero por este conocimiento espiritual, o debía darse gratuitamente?
Esta era una pregunta que nunca había entrado a mi mente hasta ese momento. Realmente no sabía qué hacer.
Las Tradiciones Espirituales Difieren
Mi primer pensamiento, debido a que yo asistí a escuelas católicas cuando estaba creciendo, fue que las enseñanzas debían otorgarse libremente. Muchos cristianos creen que porque Jesús regaló sus enseñanzas, los maestros espirituales de hoy también deben hacerlo.
Pero durante los doce años anteriores, mis guías me habían estado mandando a todo el mundo, aprendiendo de diferentes fuentes y los maestros espirituales y tradiciones con las que me encontré, todas plantean diferentes ideas sobre cobrar por el conocimiento espiritual.
Durante varios de los doce años, por ejemplo, fui un sufí y la tradición sufí dice exactamente lo opuesto a la tradición cristiana. Los sufís me enseñaron a no regalar nunca el conocimiento espiritual. Los maestros sufíes con los que estudié, creían que debía existir un intercambio. Este no tenía que ser dinero, pero tenía que haber un intercambio o el alumno se perdería la lección.
Desde estos dos polos opuestos, comencé a contemplar qué hacer.
¿Qué haría Jesús?
Entonces pensé en Jesús. Si él estuviera vivo ahora, ¿podría predicar de la misma forma que lo hizo hace 2000 años? Y vi inmediatamente que la respuesta era no. Para empezar, reunir a miles o incluso cientos de personas en las ciudades, es ilegal en estos días. Si lo intentara, Jesús sería arrestado inmediatamente y multado. Y si continuara haciéndolo, lo meterían a prisión. Para reunir personas en forma legal, tendría que haber contratado gerentes para obtener licencias de asamblea, o rentar locales dentro de las ciudades, lo que es muy caro. Si viajara fuera del país en donde viviera, tendría que tener pasaporte y boletos aéreos.
En otras palabras, si Jesús hubiera desarrollado su ministerio bajo condiciones del siglo XXI, se hubiera enfrentado con los mismos problemas de "dinero" con los que se enfrentan todos los maestros espirituales de hoy. Así que, por razones simples y prácticas, los maestros espirituales deben cobrar algo o encontrar a alguien que pague los gastos por ellos. De cualquier forma, los gastos son un hecho de la vida.
La primera realidad con la que me enfrenté, fue el hecho innegable de que si yo iba a reunir a cientos de personas bajo un techo, tendría que pagar por el espacio. Yo no tenía nada de dinero, así que, ¿cómo iba a pagar por este local? Se volvió terriblemente claro que tendría que cobrar algo o no podría ni siquiera comenzar a enseñar.
Entre más me daba cuenta de los costos para organizar un seminario - cuentas de teléfono, costos de correo, equipo electrónico y audiovisual, sistemas PA, boletos de avión para varias localidades y todo lo demás - se volvió absolutamente claro que iba a costar dinero enseñar, me gustara o no.
Más aún, si un maestro espiritual va a dedicar su vida entera a la enseñanza, como se me pidió que yo lo hiciera, tenía que haber suficiente dinero extra para pagar las necesidades simples de la vida - renta, comida, etc. Y tomando todas estas cosas en consideración, me di cuenta que lo que era importante en el mundo de hoy, era que el intercambio del que hablaban los sufís fuera "justo."
Existen organizaciones espirituales que requieren que les dones todo lo que posees antes de enseñarte y algunos que te piden precios tan altos, que sólo pocas personas podrían pagar por su conocimiento espiritual. Una, que no identificaré, les pedía a los estudiantes que pagaran más de 0,000 dólares por la información. Estos son ejemplos extremos y en mi mente están equivocados. No son justos.
Regalarlo
Después, cuando comencé realmente a enseñar, descubrí que no importa qué precio le pongas a la clase o seminario que estés enseñando, para algunas personas será demasiado caro. Hay personas que son tan pobres - especialmente en otros países - que cualquiera que sea el precio es imposible para ellos.
Mi primera solución a esto, fue permitir lugares gratis para aquellos que no podían pagar.
Y fue allí cuando comencé a experimentar directamente la razón del entendimiento sufí, de que nunca debes regalar el conocimiento espiritual. Yo realmente no sabía por qué los sufís creían en esta idea, pero la respuesta se desplegaba ahora justo ante mis ojos.
Curso tras curso, conforme daba lugares gratis a aquellos que decían que de otra forma no podían asistir, experimenté que eran estas personas - a las que se les permitió entrar gratis - las que nunca comprendieron lo que se estaba enseñando. Incluso descubrí que si otra persona le pagaba la clase a alguien, había el mismo problema. Los estudiantes gratuitos casi siempre eran los que llegaban tarde y se iban a la mitad. Eran los que se quedaban dormidos o hablaban durante la clase. E incluso más importante, eran los que no practicaban realmente la meditación después de terminado el curso. Las razones de los sufís para no regalar nunca el conocimiento espiritual, eran evidentemente aparentes.
Un Intercambio Justo
Entonces, ¿cuál es la respuesta? Decidí que el intercambio era sumamente importante. Si los alumnos recibían la enseñanza gratis, no tendría significado para ellos, pero el intercambio no tenía que ser dinero. En lugar de dinero, podían dar tiempo y energía. Al hacerlo así, involucrarían su deseo por aprender y tendría significado para ellos.
Por lo que les propuse a aquellos que decían que no podían pagar, que si donaban su tiempo como voluntarios en una institución de beneficencia como la Cruz Roja - suficiente tiempo, basado en 10 dólares por hora, para pagar por el taller - entonces podían asistir gratis. Les pedí una carta de la institución para verificar su tiempo.
Todavía hago eso actualmente. Y lo que es verdaderamente fascinante, es que sólo una persona de cada cincuenta, ¡realmente me toma la oferta! Aunque no estén trabajando y pudieran donar fácilmente su tiempo, resulta que la mayoría de los que piden venir a mis talleres sin pagar, no lo están haciendo por un profundo deseo espiritual, sino simplemente porque quieren obtener "algo por nada."
Cómo Afectan las Creencias en los Resultados
Otra parte de la ecuación de pagar por el conocimiento espiritual, es que lo que sea que creamos que es verdad sobre el dinero, afecta el resultado. Cuando recién comencé a enseñar, decidí que lo justo eran 2 dólares por tres días. Apenas podía pagar todos los gastos, pero esa cantidad me parecía justa a mí.
Sin embargo, mi secretaria, que arreglaba los cursos y que hablaba con los estudiantes potenciales, pensaba que esta cantidad era excesivamente alta. Incluso cuando podía ver en los libros que realmente estábamos perdiendo dinero, ella todavía creía que el taller era demasiado caro. Y así, cada vez que alguien llamaba para registrarse para un curso, sus creencias se transferían a la persona que se estaba registrando. Inevitablemente, pedían un plan de pagos. Terminé con cientos de personas haciendo pagos, lo que nos estaba enviando lentamente hacia la bancarrota.
Después mi secretaria se cambió a otro estado y la reemplacé con una mujer que creía lo opuesto a su predecesora. Ella creía que lo que estaba cobrando era definitivamente muy poco. Así que me convenció para subir el monto a 3 dólares. Y debido a que ella pensaba que este importe era justo, desde que ella llegó, ni una sola persona sintió que necesitaba un plan de pagos. ¡Ni una sola!
Esta historia muestra claramente que lo que tú crees afecta el resultado - incluso con el dinero. (Incidentalmente, esto es igualmente verdadero si tienes una práctica de curación, no aplica sólo a la enseñanza.)
El Éxito Financiero es Importante
Hoy, después de casi veinte años de experiencia sobre el tema de pagar por el conocimiento espiritual, creo más que nunca que necesita haber un intercambio. Este necesita ser justo, pero no cobrar por una enseñanza espiritual no funciona, ni para el maestro, ni para el alumno.
Y lo que tú creas personalmente sobre el dinero, afectará el resultado. Tus creencias sobre el dinero determinarán finalmente si tienes o no, éxito económico.
Y tener éxito económico es importante, porque mientras no lo tengas, estarás limitado en tu habilidad para compartir con otros las enseñanzas espirituales que Dios te ha otorgado.
"La idea de que no podemos hacer nada y debemos dejar que las cosas se resuelvan solas puede parecer una receta para el escapismo. Sin embargo, es algo que se acerca al principio taoísta del wu wit; la acción mediante la no-acción. Lo esencial para el wu wi es evitar dos cosas: el esfuerzo inútil y oponerse a la naturaleza, porque sólo producen el resultado opuesto al deseado y un estado de gran tensión."
no les importe demasiado la fecha en si, ni crean que mas allá de esa fecha (si es que llegan vivos) se van a producir cambios relevantes en su vida...
Para muchas miles de personas de este mundo (sí, de este mundo, no de una remota galaxia), su única prioridad es intentar dar de comer a sus hijos
y no les importa en absoluto el 21-12-2012, ni saber que es una fecha, un mes o un año, ya que no saben ni tan solo si volverán a ver salir el sol al día siguiente...
Seguramente para algunas de ellas no será necesario experimentar el paso del Sol por el centro de la galaxia, cruzar inmensos cinturones de fotones o experimentar la "ascensión" a otras dimensiones ni sentirse mas livianas, puesto que sus cuerpos ya son lo suficientemente livianos (aunque no su sufrimiento).
El problema viene dado cuando, debido a su extrema livianez, sus órganos vitales dejan de funcionar y bruscamente pasan a "otra dimensión", la de la muerte...
Hay los que han conseguido, en contra de su voluntad, reducir el tamaño de su cuerpo gracias a la insolidaridad y codicia de otros seres humanos (de este mundo también, no de otra galaxia), pero probablemente tampoco lleguen a ver esos gloriosos tiempos que "supuestamente" esperan a la humanidad tras el 21-12-2012 (quizás para algunos sean gloriosos, pero miseros para muchos)...
Los hay que después de luchar por sobrevivir e intentar sacar adelante a sus retoños, se quedan en el camino,
abandonando a la suerte del destino a los mismos... destino este que probablemente no será mas benevolente del que tuvieron sus progenitores...
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Miles de personas esperan con ansiedad la llegada del 21-12-2012, creyendo que una vez superada esa fecha, el mundo va a cambiar y va a mejorar de manera "mágica", sin esfuerzo, sin voluntad de cambio, sin hacer nada al respecto... haciendo lo que siempre han hecho y esperando resultados...
Sin voluntad "real" de querer cambiar las cosas, sin un "esfuerzo" sostenido en una determinada dirección, sin la "solidaridad" necesaria e indispensable entre todos los seres humanos (o al menos muchos), no va a ocurrir nada. Nada.
No podemos aspirar a alcanzar según que estados sin primero solucionar los problemas mas urgentes que acucian a la humanidad y al planeta. Para abrir una puerta primero hay que encontrar la llave.
¿A caso alguien cree que pasado el 21-12-2012 desparecerá la miseria, el hambre, la avaricia, el odio... y un sin fin de problemas no resueltos por la humanidad? ¿Nos creemos merecedores de un mundo mejor mientras miles de personas mueren de hambre diariamente en todo el mundo y poca cosa se hace por solucionarlo? ¿Merecemos ser los futuros receptores de unos estados de conciencia mas elevados, cuando ni tan siquiera somos capaces de tener una "mínima conciencia" del sufrimiento de nuestros hermanos en otras partes el mundo? ¿Creemos que hemos avanzado espiritualmente lo suficiente, cuando nuestra conciencia se ha acostumbrado a presenciar por los medios de comunicación las desgracias ajenas y ni nos inmutamos?
No se vosotros, pero yo no creo ser merecedor de tales supuestos privilegios espirituales. Soy lo suficientemente imperfecto (pero suficientemente consciente a la vez) como para darme cuenta de que no llego al nivel mínimo espiritual necesario como para alcanzar estados superiores del Ser.
No me ha sido necesario llegar a una fecha determinada para tomar conciencia de que existen muchos problemas por resolver en este nuestro mundo y se (o creo al menos), que sin voluntad, decisión y esfuerzo (por simbólico que este sea), no se pueden arreglar las cosas. Por tanto os animo a que tanto antes como después de la tan renombrada fecha del 21-12-2012 intentéis, cada uno a su manera, hacer pequeños pasitos en la dirección correcta, es decir, solidarizarse con el resto de seres humanos e intentar construir, entre todos los que creemos que es posible, un mundo mejor, mas justo y fraternal.
Mis mejores deseos para todos, tanto para antes como para mas allá del ya tan gastado 21-12-2012.