Páginas

El Secreto y la Ley de Atracción

Facebook icon Twitter icon Forward icon

Nadie solo por navidad

A María siempre la veíamos pasar por la puerta de casa a las 8 de la mañana, siempre inevitablemente con su bastón, la tristeza en el rostro era lo que mas sobresalía de su porte, distinguido en otros tiempo.
Pablo su marido se fue hace ya siete años con su secretaria abandonándola, se quedo siendo la mofa del vecindario.
Por eso madrugaba para comprar el pan...luego se encerraba en la soledad de su desgracia.
Al principio intento hacer vida normal, pero la lastima conque veía que la miraban los vecinos hizo que se fuese retrayendo en su casa, cada día era un poco mas arista
hasta llegar a estar enfadada con todos los vecinos.
De su matrimonio con pablo no tuvieron hijos, estaba sola en la vida, tampoco era ducha en las nuevas tecnologías, intento varias veces unirse alguna pagina Web, pero
la complejidad y los grupos tan cerrados que se forman en esas web, la disuadieron de mas intentos, pero aun así conoció a Alfredo un doctor ya casi en la edad de
jubilarse que le recito algún poema y al que apenas hizo caso, cambiaron alguna foto y poco mas, su corazón vertió tantas lagrimas que ya solo quedaba un desierto,
donde Alfredo incansable intentaba sembrar alguna rosa sin resultado positivo.
La mañana del día 24 de diciembre salió como siempre, su bastón, su abrigo de burberry y su paso ligero, tenia prisa por volver a su santuario, su refugio ante su
dolor, con el bastón en la izquierda y la barra de pan en la derecha y su cabeza ocupada con su pena, no se dio cuenta del automóvil que con su motor eléctrico se
acercaba sigilosamente por la solitaria avenida, tan distraída, pensado que otra navidad mas sola.
No, no adornaría la casa ni pondría pegatinas en los cristales y otro año mas no mandaría ni una postal, las lagrimas poco a poco fue cegando su mirada.
De pronto sintió un aire frio en la cara, vio como el bastón y pan bailaban una danza sobre su cabeza....También sintió como en sueño murmullos, caras asomada al
balcón de su mirada, luego una luz y un silencio.
El doctor Alfredo esa noche estaba contento, era el día de navidad y estaba de guarda en el hospital de la paz donde llevaba 30 años ejerciendo, estaba solo, su mujer
murió hace ya 15 años, su hijo, se mato con una motocicleta en la flor de la vida, se dedico desde entonces en cuerpo y alma a su profesión y los días como estos de
navidad agradecía estar aquí para evadirse de su soledad.
Hacia unos meses creyó encontrar un poco de alegría por internet, conoció a "Rosa triste" en una pagina web, hablaron muchas horas por un chat y siempre le dejaba
algún mensaje con alguna poesía, aunque últimamente Rosa triste cada vez se conectaba menos, suponía que estaría atareada en estas fechas.
Eres la rosa mas roja
eres la rosa mas fina
eres la....
De pronto unos golpes en la puerta de su despacho le sacaron del trance, tan absorto estaba en su nuevo poema que pasaron algunos segundo hasta que se dio cuenta de
la gravedad del problema.
La camilla corría con el cuerpo hacia el quirófano, de pronto la sangre se heló en sus venas....la cara de la paciente era la misma que la fotografía que tenia el en su
cuaderno de poemas, como pudo se recupero de la impresión y llamo al doctor García experto en politraumatismo , a afortunadamente a primera vista parecía leve.
Mientras el doctor García operaba en la sala de al lado, el con el bolso de María en la mano se documentaba sobre la persona por la que últimamente había demostrado
interés.
La mañana del 25 María abrió los ojos, lo primero que vio fue un ramo de rosas rojas sobre el escritorio, alargo la mano cogió una y aspiro su olor, era fresca recién
cortada luego se dio cuenta que una tarjeta sobresalía del ramo, la cogió con su mano derecha y empezó a leer.
La rosa, triste camina
embargada por la emoción
espero que mis palabra
te llegue al corazón.
Estaba leyendo, notaba su corazón palpitar mas ligero, y a pesar de los dolores por las heridas, un brillo de felicidad se escapaba de sus pupilas.
De pronto noto una presencia al otro lado de la cama, intento moverse pero una mano fuerte y varonil sujeto sus intenciones, una voz grave profunda le susurro al oído,
No te muevas, aun no, deja que la presencia de este nuevo día te llene los sentido, mata la rosa triste.... y ríete con migo.
Y así fue que María y Alfredo pasaron la navidad junto...y es que nadie, nadie ese día debe de estar solo