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La iluminación y la belleza de la vida

La iluminación y la belleza de la vida

Pascale Arcan

 

La mente puede aceptar o rechazar como ustedes saben, pero en realidad no entiendo realmente. Ella no puede entender. No lo puede aprehender. El pensamiento no puede entender lo que está más allá del pensamiento.

La iluminación, en definitiva, no es más que  un  estado natural.

El principal obstáculo para la iluminación es la creencia de que es algo raro.

 

No creer que la iluminación te hará especial, no es el caso. Si te siente especial, de una forma u otra, es que la iluminación no se ha producido. Conocí a muchas personas que piensan que son iluminadas o despertadas, simplemente porque han tenido unas experiencias espirituales  muy conmovedores. Llevan su iluminación en ellos como una insignia de honor. Se reúnen  con amigos y explican cómo ahora  están despertadas.

 

Lo curioso, a propósito de la iluminación, es que cuando es autentica, no hay nadie para reclamarlo. La iluminación es muy común y no es nada especial. De hecho, en lugar de hacerle más especial,  le hará menos especial,  te pone  en el corazón de la humildad y una  inocencia maravillosa. Todos los demás pueden o no pueden declararse despertados, iluminados, pero cuando tu lo eres, la misma noción de iluminación y la  de alguien iluminado solo  es una gran broma.

Yo uso la palabra iluminación todo el rato, no para apuntar  a la misma, sino señalar más allá. No te quedes  bloqueado en la iluminación.

Un hombre común busca la libertad a través de la iluminación. Un hombre iluminado expresa la libertad siendo ordinario.

Tan pronto como la mente  desarrolla un programa y decide lo que hay que cambiar, es completamente irreal. La vida no tiene necesidad de  decidir quién tiene razón y quién está equivocado. La vida no  necesita conocer el camino  "correcto" por seguir porque ella va hacia ello de todos modos.

fuente: lesperlesdelunivers.fr

Traducido del francés: Sidoni

Transmitodo por  Arcturius,  el 29 de  novembre 2012

© 2012, Les Chroniques d'Arcturius.