Si, hay unas cadenas, invisibles ellas, nos agarran fuertemente a nuestras emociones pasadas, frenando nuestras posibilidades actuales. Cuantas veces nos hacen retroceder, pues aunque nuestra cabecita tenga claro la relativa importancia de los sucesos, el pozo de las sensaciones guarda como oro en paño las experiencias que nos hicieron sufrir.
Son esas cadenas que nos paralizan momentáneamente, que acongojan nuestro corazón con imágenes pasadas........Y nada, otra vez a empezar, a poner en funcionamiento el motor de la voluntad contra la desidia. Una y mil veces, no importa, las que sean necesarias para seguir superando miedos, limitaciones sufrimientos innecesarios.