El proceso es siempre un proceso creativo. Si nos observamos como pintoras o pintores y nos encontramos frente a un lienzo en blanco que llenaremos con pinceladas de conocimientos, experiencias…
Pero podemos decidir ser escultoras o escultores y ver nuestra vida como una roca de mármol, imaginar cómo queremos progresar, e ir quitando todo aquello que no forma parte de nuestro sueño.
“Para el escultor, la obra maestra ya está allí, bajo perfectas capas de mármol”…
“Para construir y mantener el progreso, debemos empezar a tratar la vida como escultores, más que como pintores”.