terapias sanadoras

Vefútgáfa  |  Uppfæra stillingar  |  Afskrá Líka við Tísta Áframsenda http://www.libros2012.net Cuando cambias la forma de mirar las cosas, las cosas que miras cambian Posted by Yanira Lourdes Ordenes Aguilera on 8 February, 2013 Hola,  como están, me ha llamado la atención que en 3 foros de debate y opinión, que frecuentemente leo,  se abordaba el tema  “Evacuar sentado es malo para la salud”, y esto me recordó que en un taller de alumnos universitarios de distintas carreras, saliéndose del tema que los convocaba,  comenzaron a discutir  que en varios medios de comunicación señalaban que por ejemplo  la leche, el celular, el flúor, los carbohidratos, el agua de mar, los microorganismos, etc.,  estaban “dañando al hombre”,  unos opinaban a favor y otros en contra, y como conclusión indicaban que ya todo le provocaba miedo y desconfianza. Si este grupo de personas, con  cierto nivel de estudios, que  les permite descartar y seleccionar lo relevante entre la inmensa cantidad de información que nos bombardea,  yo me pregunto que pasara en las mentes de las personas con más baja escolaridad o que llevan un ritmo vertiginoso de vida, me pregunto cómo interpretan esta información, les ira  transformando la forma de percibir la realidad. A raíz de esto pensaba en  nuestro rol de quienes trabajamos directamente con personas, ejerciendo ya sea una labor de orientar, educar o acompañar en la sanación. A mí me encanta los paralelos o puntos de encuentros entre las distintas disciplinas o teorías, si bien la mayoría nos conduce  a que  “somos el resultado de lo que pensamos”. Por ejemplo la metafísica y la física cuántica, ambas nos conducen a un mismo reconocimiento del potencial infinito que habita en nosotros y que somos las únicas criaturas capaces de transformar nuestra biología mediante los que pensamos y sentimos, cuyos preceptos nos señalan que: “Lo que tú piensas se manifiesta, “Tu actitud determina lo que te sucede” “La realidad no es lo que parece sino lo que pensamos” “Vemos lo que nos parece  que es posible”;  la mente es mágica, esto siempre me hacia sentido cuando un amigo terapeuta, nos entusiasmaba con sus experimentos, y muchos le preguntaban por qué solo él lo experimentaba. Según Budas “No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos”. En mi modo particular de mirar la vida,  tenemos un reto evolucionario de aportar en un cambio de paradigma, más que circular información que no contribuye a evitar la saturación y la consiguiente sobrecarga cognitiva en el otro y es mas contribuye a socavar el sistema  de comunicación. Un día en una conversación con una religiosa le dije que en el sistema educativo, habían por lo menos 3 tipos de profesores aquellos que explican, otros que demuestran y otros que inspiran (en algún lado lo leí) y me doy cuenta que esto es aplicable a cualquier oficio u profesión,  solo hay que sacarse todas las etiquetas que nos vamos colocando. Debemos inspirar no solo en nosotros,  el deseo de transformación personal. Integrando intelecto, cuerpo, emociones y espíritu, provocar en el otro un acto reflexivo, difícil pero posible. Por experiencia propia, en el tema de las enfermedades creo que es muy poco lo que se consigue con un paciente si no logra comprender como interactúan: Mente, Cerebro y Cuerpo Físico. Lo viví plasmado en mi mama, pues hemos realizado un recorrido que a la fecha lleva más de 25 años, el inicio de la enfermedad partió con una diabetes mellitus; acudiendo a todo tipo de especialista, Diabetologo, oftalmólogo, neurólogo, otorrino, traumatólogo, no es exageración decir que no solo con medicina alópata, sino desde mis primeros ingresos económicos laborales, me obsesione por llevarla a todo tipo de terapias naturales, reflexología, iriologia, acupuntura, biomagnetismo, flores de bach, homeopatía, reiki, en fin hasta curanderos y otras varias se quedan en el tintero. Toda sanación fue transitoria.  No hace mucho comprendí que ella para  cambiar su vida y su situación, debería primero cambiar por dentro, enfrentarse con sus emociones ocultas, recuerdo que cuando vino  el profesor José Cruz Casillas a mi ciudad, iba a ir a verla, pero luego me negué, porque comprendí que mi mama debía hacer un  proceso interno y en eso esta ahora, si lo logra o no, va a depender de ella. Lo vivido; me ha permitido darme cuenta que en el recorrido de la enfermedad de mi mama, los terapeutas que conocí, los hubieron de todos los perfiles, algunos con absoluta confianza de sus capacidades y otros no tanto, pudo haber sido agotador, para los que se interesaron verdaderamente en lograr un avance  en mi mama.   Sin lugar a dudas, me sirvió y me sirve para comprender que en la carrera que elegí, puedo contribuir con un grano de arena en el cambio de modelo de vida de las personas, inspirar aunque sea en una de las personas que atiendo, el hacerse cargo de su propio bienestar. Asimismo creo que los terapeutas deben estar llamados a inspirar en el otro su autocuración, explicar cómo funciona la terapia, o demostrar resultados ya no bastan, es fundamental aprovechar los espacios de consulta, aunque eso requiera paciencia y constancia y así que no sea utopía la llegada de los grandes cambios.   Frases inspiradoras dichas por tantos maestros,  que han comprendido la esencia del cambio de paradigma no solo en la sanación, frases que quizás van cambiando en la conjunción de palabras, pero que en su profundidad dicen lo mismo “Cuando cambias tu forma de mirar las cosas; las cosas que miras cambian”.    Gracias por este espacio que me permite expresar.... Yanira Breyta áskrift | Afskrá

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