Namasté hermanos, se que muchos tenéis ganas de participar en la comunidad de una manera más plena, pero hasta el día de hoy no hemos podido abrir nuevamente la prueba de admisión al Círculo de moderadores.
Seguidamente informaré de como participar en la prueba de admisión al Círculo, para todos aquellos que desean ser moderadores de LeyCosmica y no fueron aceptados en la primera ocasión o no estaban para poder participar en ella, aquí ofrecemos de nuevo una vía de entrada.
A veces transcurren muchos meses que no solicitamos o aceptamos la inclusión de nuevos moderadores, pero debido al enorme crecimiento de la comunidad en estos dos últimos meses nos vemos obligados realizar la prueba con tal de que más compañeros se unan a nuestro equipo.
A día de hoy, (en especial gracias a la última prueba de admisión) aumentamos el número de componentes del Círculo pudiendo así atender funciones tan importantes como el blog central, sin desatender las demás secciones de LeyCosmica.
Actualmente las funciones de la comunidad están bien atendidas por un equipo de 16 personas que trabajamos duramente para poder cumplir el propósito de LeyCosmica: DIFUNDIR LA ESPIRITUALIDAD. Sin embargo no tenemos capacidad de atender el trabajo interno o "no visible", el cual es esencial para seguir creciendo y llegar a más gente.
Las funciones de publicidad, intercambios de enlaces, promoción en redes sociales y demás queda reservado al poco tiempo del que disponemos después de completar el resto de funciones, por eso necesitamos más ayuda.
Queremos ampliar el Círculo con 3 moderadores más (las plazas están limitadas). Quien se sienta comprometido con nuestra misión puede realizar la prueba de admisión.
Veréis que la prueba de admisión es la misma que la última vez, hemos decidido no modificarla porque esta misma garantiza el compromiso de quienes la superan. Finalizando la prueba nos habrás demostrado que eres una persona comprometida con nuestra misión y deseas sinceramente formar parte del Círculo.
Para participar en la prueba de admisión pon el siguiente comentario más abajo: "ME APUNTO A LA PRUEBA DE ADMISIÓN".
- En la mayoría de los posts que publiques intenta incluir imágenes y texto abundante.
- Evita faltas ortográficas.
RESUMEN
Esta prueba te servirá para demostrarnos que realmente puedes aguantar un ritmo constante de participación, a parte que si eres capaz de completar la prueba sabremos que eres una persona realmente interesada en mejorar la comunidad.
Si quieres participar en la prueba de admisión pon el siguiente comentario: "ME APUNTO A LA PRUEBA DE ADMISIÓN"
Una vez publiques tu comentario empieza a contar el tiempo, 7 días justos con un ritmo de 10 publicaciones diarias. Llevaremos un seguimiento de todos aquellos que hayan puesto el comentario.
Amigos, hace mucho tiempo que no pasaba por la comunidad, ¡me hacía mucha falta pasar a saludarlos!
Quiero hablar un poco de los problemas, de las angustias y de las tristezas. Cuando estas no nos están dejando avanzar, nos tienen estancados y parece que todo lo vemos oscuro.
Quizá esta angustia la hemos venido arrastrando por muchos años y finalmente "nos resignamos a vivir con ella", o quizá es un problema fresco, que nos tiene bajo constante ansiedad y preocupación.
Sea cual sea nuestro problema, la clave siempre es una: FE, PACIENCIA Y MUCHO AMOR.
No te conformes con estar mal, o con "soportarlo". Que estos estados sean solo el camino para volver a estar mejor, para ser feliz nuevamente.
¡Si! Porque tu puedes serlo. Puedes ser feliz nuevamente, a pesar de lo fuerte que sea este problema, de lo pesada que este esa mochila, ¡Puedes arrojarla, y ser libre de ella!
Recuerda el pasado como una lección, por mas dura que haya sido, te ha echo mejor persona y te ha echo mas fuerte. Perdona, y sobre todo perdónate, el perdón nos hace libres, nos libera de odios y culpas, y nos abre las puertas al camino de la felicidad.
Mira el futuro con mucha fe y optimismo, recuerda que tu lo estas construyendo, y que en este mismo instante puedes elegirlo.
Ten mucha paciencia, los cambios siempre son paulatinos, pausados, podrías incluso tropezar, pero siempre puedes levantarte. Valora esos pequeños pasos que estas dando para volver a ser feliz, disfrútalos y ÁMALOS.
Y recuerda: Tu objetivo en la vida es ser FELIZ, no es un privilegio de unos pocos. La felicidad es TUYA.
Para empezar, son un estado de la mente. Cuando nos encontramos en este estado, somos conscientes de que estamos soñando mientras estamos soñando, y además nos resulta posible controlar y recordar el argumento del sueño. Parece ser que esto ocurre espontáneamente en niños de 9-10 años y, aunque después esta espontaneidad desaparece, el estado puede inducirse mediante autosugestión.
Esta autosugestión consiste básicamente en repetirte a ti mismo que reconocerás un sueño cuando lo veas; por ejemplo, por su extrañeza. Si se desarrolla este mecanismo, ese reconocimiento puede bastar para que una parte de nosotros “despierte” y pueda observar el desarrollo del sueño o incluso intervenirlo. Esta parece ser una capacidad muy dependiente de la edad, ya que las técnicas son más fáciles de asimilar hasta los 40 años; a partir de esa edad, aunque puede entrenarse y fortalecerse, la habilidad va desapareciendo.
Los primeros informes sobre sueños lúcidos recogidos de manera sistemática se los debemos a Léon d’Hervey de Saint-Denys, un diplomático y sinólogo francés considerado el precursor de la onirología (el estudio científico de los sueños). En su obra de 1867 Les Reves et les moyens de les diriger (Los Sueños y los medios para dirigirlos) anota cómo había conseguido dominar el control del contenido de sus sueños y explicaba las técnicas que había seguido (en LeyCosmica recomendamos informarse sobre lo que es el viaje astral). El término “sueño lúcido”, en el sentido en que se utiliza en las investigaciones actuales, fue introducido en la psiquiatría en 1913 por el holandés Frederik Willem van Eeden. Pero no fue hasta 2008 en que un grupo de tres investigadores alemanes comenzaron a estudiar los sueños lúcidos de manera científica, con la intención de averiguar su relevancia en el tratamiento clínico de las pesadillas.
SOÑANDO CON OJOS DE CIENTÍFICO
La definición de “sueño lúcido” varía según autores, desde ser simplemente consciente de que se está soñando hasta una claridad intelectual plena, la incorporación consciente de recuerdos o la alucinación multimodal. Para sintetizar estas definiciones, el equipo de la Dra. Ursula Voss en el Departamento de Psicología de la Universidad de Bonn (Alemania), colaborando con otros investigadores de psicología, psiquiatría y filosofía, están construyendo una “escala de lucidez”. El objetivo es determinar empíricamente los elementos definitorios de los sueños lúcidos y los resultados preliminares parecen indicar que hay que prestar atención a 5 factores. De mayor a menor importancia, los puntos a tener en cuenta serían: la consciencia reflexiva sobre el hecho de estar soñando, poder desarrollar pensamiento lógico dentro del sueño, el acceso a los recuerdos de la vigilia, el control a voluntad y/o la intervención de habilidades sobrehumanas en el argumento del sueño y la presencia de elementos disociativos que permiten adoptar la perspectiva de una tercera persona sobre la situación.
La Dra. Voss realizó un experimento revelador, utilizando personas a las que se había entrenado para que señalasen —mediante los movimientos de sus ojos— que estaban en un sueño lúcido mientras dormían. Los investigadores comprobaron que, aunque durante los sueños lúcidos se observaba la activación de las bandas delta y theta, típicas del sueño REM, también se registró una intensa actividad de las bandas alfa.
Como esta actividad está ausente del sueño REM, pero presente en la vigilia, los resultados del experimento sitúan a los sueños lúcidos más cerca del estado de “plena consciencia”. Son un fenómeno que tiene lugar durante el sueño REM, pero que no forman parte del mismo.
Además, la diferencia más acusada entre ambos estados —el de sueño lúcido y el de sueño REM— se encontró en la banda de los 40 Hz, que señalaba un aumento de la potencia y la coherencia de la actividad neuronal en las áreas frontales del cerebro durante el sueño lúcido. En el sueño REM, en cambio, esta actividad se encuentra claramente descoordinada. Esto significa que, durante el sueño lúcido, la consciencia experimenta cambios cuantitativos relacionados con la actividad cerebral. El extraordinario estado de sueño lúcido tiene, a la vez, elementos de la vigilia y del sueño, sustentados en cambios electrofisiológicos.
HERRAMIENTA PARA CONOCERNOS MEJOR
Según la hipótesis de la protoconsciencia de Alian Hobson (ver recuadro), en los humanos la consciencia podría estar en tres estados: podemos estar despiertos, dormidos (fase No REM) o soñando (fase REM). Pero, por otra parte, se puede dividir la consciencia en consciencia primaria y consciencia secundaria. La consciencia primaria estaría conformada esencialmente por la percepción y la emoción. En cambio, la consciencia secundaria depende del lenguaje e implica todo un conjunto de características como la autoreflexión, pensamiento abstracto, voluntad y metacognición (saber qué sabemos).
Al combinar ambas formas de entender la consciencia, resulta que que la fase REM del sueño comparte muchas características con la consciencia primaria, mientras que estar plenamente despierto implica todos los mecanismos de la consciencia secundaria. Siguiendo esta hipótesis, los sueños lúcidos serían una herramienta muy valiosa para el estudio de la consciencia ya que, en cierta manera, pueden ser el modo en que la consciencia secundaria accede a la consciencia primaria.
Y al ser un estado autoinducido y que puede señalarse a observadores externos, se trata de una oportunidad de estudiar no sólo el sustrato cerebral de los estados de la consciencia, sino cómo una intervención voluntaria puede modificar dichos estados. (Accede aquí al curso de sueños lúcidos)
Sin embargo, como la propia Dra. Voss señala, no va a ser un camino fácil estudiarlos, ya que la metodología se enfrenta a diversos escollos, como la dependencia de las narraciones subjetivas de los sueños. El desafío es que aún quedan casi todas las preguntas por contestar: no se sabe cuándo ni por qué la lucidez espontánea comienza a declinar, o si el sueño lúcido está relacionado con el desarrollo del cerebro. Nadie sabe de qué depende poder adquirir la habilidad de tener sueños lúcidos, o si practicarla puede tener algún efecto adverso sobre la vigilia. Pero tal vez conviene ser humildes y recordar que los sueños lúcidos han sido importantes en muchas culturas a lo largo de la historia. ¿Podrían los neurocientíficos aprender algo de todas las tradiciones que han cultivado y estudiado, desde dentro, este fenómeno fascinante?
Una de las personas que mas ha profundizado en nuevas teoría científicas del sueño es Allan Hobson, catedrático Emérito de Psiquiatría en la Universidad de Harvard (EE. UU.) y que ya ha aparecido anteriormente en las páginas de la revista "Redes". Para él la teoría psicológica freudiana de los sueños es errónea, porque estudia el sueño como un proceso inconsciente, y anticientífico, ya que lo hace de una manera totalmente subjetiva. A cambio, Hobson y sus colaboradores, ofrecen una nueva hipótesis: la teoría de la protoconsciencia.
Estos investigadores basan su teoría en un argumento principal: que el sueño es un estado de la consciencia. Sustentan esta afirmación en que, aunque durante la vigilia estarían especialmente potenciadas la voluntad y la reflexión, muchos de los "módulos" cerebrales que funcionan cuando estamos despiertos y "conscientes" (percepción, atención, regulación...) están funcionando también durante el sueño, aunque de manera diferente. Esto indicaría que sueño y vigilia son formas diferentes de la misma consciencia, tan relacionadas entre sí como lo están un puño y una mano abierta. En ambos estados somos perceptivos y emotivos, pero durante el sueño nuestros pensamientos son esencialmente ilusorios. Así, soñar se podría definir como un proceso automático de la mente y el cerebro —que tiene lugar en determinadas fases del sueño— que está estrechamente relacionado con la consciencia y es difícil de recordar cuando estamos despiertos.
Por eso, Hobson define el sueño REM como un estado de pro-to-consciencia, en el sentido de ser anterior y necesario a la consciencia. La fase REM sería un molde virtual, que guiaría el desarrollo y el funcionamiento de capacidades complejas esenciales durante la vigilia, como la percepción y la movilidad. El sueño no sería una realidad separada, sino un estado de nuestra consciencia en el que hemos desactivado la parte de nosotros que nos relaciona con el mundo, mientras seguimos relacionándonos... con nosotros mismos.
AUNQUE EN LA ACTUALIDAD TODAVÍA NO ESTÁ CLARO CÓMO SURGIERON LOS PRIMEROS SERES VIVOS EN NUESTRO PLANETA, Sí QUE HAY UN HECHO PRÁCTICAMENTE ACEPTADO POR LA COMUNIDAD CIENTÍFICA Y QUE FUE DECISIVO PARA LA EVOLUCIÓN DE LAS CÉLULAS: LA ENDOSIMBIOSIS
Imaginemos la Tierra hace 3.800 millones de años... ésta es aproximadamente la fecha en la que pudieron aparecer las primeras estructuras vivas en forma de células primitivas, según el registro fósil que tenemos en la actualidad, aunque otros autores hablan de 3.500 millones de años. El problema que aparece es de doble dirección: por una parte, ¿de dónde proceden las primeras células? Y, en segundo lugar, una vez que aparecieron, ¿cómo dieron lugar a la gran diversidad biológica que ha ido apareciendo a lo largo del tiempo? Veamos el primer misterio: el origen de la vida, es decir, de las células.
LOS COACERVADOS
Como decíamos, imaginemos la Tierra hace 3.800 millones de años... es un ejercicio mental un tanto difícil, ya que las condiciones terrestres por aquel entonces tenían poco que ver con las actuales. En 1924 el científico Alexander Oparin sugirió que la Tierra era una gran roca inerte, cuya atmósfera no tenía nitrógeno y oxígeno como la de ahora, sino gases como el metano o el amoniaco, lo que se conoce como atmósfera reductora.
Según Oparin, los gases que la componían reaccionaban entre sí, usando como energía los rayos solares —que llegaban en mayor cantidad, porque no existía la protectora capa de ozono—, y daban lugar a compuestos orgánicos, es decir, formados por átomos de carbono. Estas moléculas se acumulaban en los primitivos océanos, dando lugar al llamado caldo nutritivo y, una vez en él, seguían reaccionando, formando estructuras cada vez más complejas, a las que Oparin llamó coacervados. Estos coacervados, según Oparin, llegarían a formar las primeras células vivas.
En 1953 Stanley Miller intentó averiguar si esta hipótesis era válida y realizó el siguiente experimento: conectó dos esferas de vidrio, una con los gases que se pensaba que formaban la primitiva atmósfera, y agua que se calentaba hasta la fase de vapor. El vapor arrastraba los gases atmosféricos a la segunda esfera de vidrio donde, mediante descargas eléctricas —simulando la energía de las radiaciones solares—, se conseguía que reaccionaran y se formaran moléculas orgánicas, incluso aminoácidos (la base de las proteínas). Pero, a pesar del éxito de esta experiencia, las ideas de Oparin no han sido totalmente aceptadas. Es más, muchos científicos creen que las condiciones atmosféricas iniciales no fueron como las descritas por él, sino que la atmósfera habría sido rica en nitrógeno, dióxido de carbono, vapor de agua y algo de hidrógeno. Así, como vemos, no hay un consenso científico respecto a este tema.
PROTEINOIDES, ARCILLAS Y PANSPERMIA
Existen otras hipótesis, tampoco comprobadas, sobre el origen de la vida. Entre las más conocidas cabe citar la hipótesis de los proteinoides de Sidney Fox que —a mediados del siglo XX y basándose en los experimentos de Miller— supuso que, ya que podían formarse aminoácidos de forma espontánea en el laboratorio, éstos podrían haberse combinado, debido a las altas temperaturas del caldo primitivo, dando cadenas a las que llamó proteinoides, que posteriormente formarían microesferas, con una envoltura similar a la de la membrana plasmática que rodea a las células, al enfriarse. Otra idea más moderna, de A.G. Cairns-Smith, presupone un papel importante a las arcillas que se encontrarían en la corteza terrestre, y que actuarían como catalizadores en la formación de macromoléculas. Esta idea actualmente está más aceptada que la idea original de Oparin. Otros científicos hablan de fuentes hidrotermales de los fondos oceánicos como medios ideales para la formación de moléculas cada vez más complejas.
Y en los últimos tiempos se ha vuelto a poner de moda la panspermia, o creencia del origen extraterrestre de la vida. Esta idea, ya planteada por Anaxágoras en el siglo V a. de C., fue retomada a finales del siglo XIX por Hermann Richter, que hablaba de la fecundación de nuestro planeta por microorganismos procedentes del espacio. Ya en el siglo XX, Fred Hoyle, entre otros, explicó que en las nubes de materia del medio interestelar existen compuestos orgánicos, que pudieron llegar a nuestro planeta a través de cometas.
LUCA,PROCARIOTAS Y EUCARIOTAS
Sea como fuere, en algún momento apareció la vida en forma de células. Lo que ocurrió es que las moléculas orgánicas complejas adquirieron una envoltura protectora y empezaron a funcionar como entes vivos independientes. A estas primeras células se les llama progenotes o protobiontes, pero sólo hubo una célula que sobrevivió al resto.. Serían células muy sencillas, sin núcleo, y su material genético estaría disperso en su interior.
Se cree que, en un principio, habría habido distintos tipos celulares, pero sólo un tipo celular sobrevivió al resto. A este único antecesor común se le ha llamado LUCA (Last Universal Common Ancestor). La idea de que todos provenimos de una única célula es apoyada por el hecho de que la transmisión genética es universal, es decir, es igual para todos los seres vivos de este planeta. Así, se rechaza la idea de que hubiese varias células a partir de las cuales derivaran luego los otros seres vivos, ya que, en ese caso, no tendríamos por qué tener todos el mismo tipo de código genético.
LUCA sería una pequeña bacteria con no más de 600 genes (una bacteria E. coli tiene más de 4.000, y nosotros tenemos más de 20.000) que se piensa que se podría haber originado en las dorsales calientes de los fondos oceánicos hace 3.500 millones de años. A partir de ella, incorporando genes desde otras células, habrían surgido el resto de tipos celulares.
Primero aparecieron, por tanto, los procariotas o bacterias, que son los organismos más sencillos: seres unicelulares, con una pared celular protectora, y que en su interior no tienen núcleo, por lo que su material genético está libre en su medio interno. Tampoco tienen orgánulos que realicen funciones específicas, como mitocondrias, cloroplastos o lisosomas.
Desde estos primeros organismos, en algún momento, apareció una forma celular más compleja: la célula eucariota, muy importante ya que nuestras células son de este tipo. Y no sólo están en nosotros: todos los animales, plantas, hongos y muchos organismos microscópicos estamos formados por este tipo de células, de las que actualmente existe una gran diversificación. Son más grandes y bastante más complejas que las procariotas: tienen núcleo, en cuyo interior se encuentra el material genético, y tienen orgánulos celulares, por lo que las funciones celulares se encuentran repartidas. Los primeros restos de eucariotas datan de hace 1.800 millones de años.
LYNN MARGULIS Y LA ENDOSIMBIOSIS
El paso de procariotas a eucariotas fue fundamental ya que, gracias a él, la vida se diversificó hasta llegar a ser como la conocemos en la actualidad. Pero este proceso no debió ser fácil. Se habla de urcariotas como los precursores de los eucariotas: células bacterianas que pudieron perder su cápsula protectora y así aumentar de tamaño. Pero esta idea no sirve para explicar el resto de características de este nuevo tipo celular... ¿de dónde salió el núcleo? ¿Y los orgánulos con membrana?
¿Cómo pudieron llegar las células a semejante complejidad? La respuesta a esto la dio Lynn Margulis, una brillante bióloga estadounidense que, en 1967, cuando aún no había cumplido los 30 años, postuló una nueva hipótesis que sería conocida posteriormente como la Teoría de la Endosimbiosis Seriada (SET, siglas en inglés). Con esta teoría, hoy por hoy mundialmente conocida, Margulis establece como se pasó de células procariotas a células eucariotas.
La base de la idea de Margulis es bastante simple: imaginemos ahora la Tierra hace 2.000 millones de años. Ya existe la vida en el planeta en forma de células simples procariotas, y además existe diversidad: no son todas iguales. Imaginemos, pues, una bacteria que obtiene su energía del azufre y que, de repente, se fusiona —es decir, junta su membrana externa — con otra bacteria nadadora tipo espiroqueta. Al unirse ambas se origina un nuevo organismo, con cilios y flagelos (o prolongaciones celulares para el desplazamiento). Este ser ya podría ser considerado eucariota, ya que en esta primera fusión también surgiría el núcleo: una doble membrana que queda en el medio intracelular ahora compartido en el que queda encerrado el material genético.
Tras varias generaciones, el nuevo organismo engulle otro tipo de bacteria mediante fagocitosis (ver imagen).
En este caso, la “víctima” es una bacteria que es capaz de utilizar el oxígeno para obtener energía, estableciéndose así una relación simbiótica: la célula grande protege y alimenta a la pequeña bacteria fagocitada, y ésta le suministra energía. Esta pequeña bacteria respiradora de oxígeno se convierte, pues, en un orgánulo celular conocido como mitocondria, y a partir de esta nueva célula que ya posee núcleo y orgánulo mitocondrial surgirán, tras millones de años de evolución, los animales y los hongos.
En algunas de estas células, además, se establecerá otra simbiosis adicional con bacterias capaces de aprovechar la energía solar, es decir, bacterias fotosintéticas, que, dentro de la célula grande que se las come, se convertirán en los cloroplastos, orgánulos característicos de las futuras plantas, capaces de realizar la fotosíntesis. Este proceso permitirá, pues, la aparición de los vegetales.
El origen endosimbiótico de mitocondrias y cloroplastos está científicamente aceptado, ya que tanto las mitocondrias como los cloroplastos tienen un gran parecido con las bacterias, y no sólo en su tamaño. Ambas tienen en su interior ADN circular bicatenario, y unas partículas, los ribosomas, necesarios para la fabricación de proteínas muy parecidos a los de los procariotas. Además, su membrana es doble, como cabe esperar tras una fagocitosis, y también pueden funcionar independientemente, ya que pueden dividirse entre ellos mismos, aunque no pueden sobrevivir fuera de la célula.