La puerta del Arco Iris

網頁版本  |  更新喜好  |  取消訂閱 讚 Tweet 轉寄 http://www.libros2012.net NICO Y LA CONCIENCIA FOTÓNICA: “LOS FOTONES DE LUZ SOMOS LA CONCIENCIA DE LA MADRE CREADORA. SOMOS LA MEMORIA QUE LES RECUERDA CONSTANTEMENTE COMO ES EL VERDADERO LUGAR AL QUE PERTENECEN” Posted by Rowina on 5 November, 2012   Querida Familia, Nico Gutiérrez me envió esta charla con la Conciencia Fotónica hace unos días. Había asistido a una charla en su facultad sobre el comportamiento ‘extraño’ de los fotones cuando los científicos querían medirlos…está claro que esos juguetones fotones tienen conciencia e intentaban llamar la atención en los científicos, pero ellos, tan enfrascados en sus mediciones mentales, no se daban cuenta de esto…más Nico sí que se sintió intrigado por esto y al llegar a su casa quiso comunicarse con ellos. Aquí está lo que charló con ellos.   Somos luz fotónica, aunque lo hayamos olvidado, los fotones están en nuestro cuerpo de luz, cohabitan con nuestro cuerpo denso de carbono, poco a poco van saliendo a la superficie y evidenciando que somos luz y que recuperamos ese estado, el estado en el que viviremos en la Nueva Tierra. Recuperar nuestro cuerpo de luz es todo un proceso y ya ha comenzado, no hay marcha atrás…     NICO Y LA CONCIENCIA FOTÓNICA   Nico: Siento que la conciencia fotónica desea hablarme, desea expresarse sobre todo el revuelo que hay en el mundo científico por la Nueva Física, la física cuántica que tiene tan absortos y perplejos a muchos de los mejores físicos de la actualidad, así que adelante conciencia fotónica, me abro de corazón a recibir tu mensaje.   Conciencia Fotónica: Hola Nico, quería comunicarme con la humanidad en general, a través de ti, para dejarles mi mensaje. Yo sé que te has sentido muy intrigado sobre la charla que tuviste hoy en tu facultad y sentiste que en aquel experimento que tu profesor se encargaba de tratar de explicar con énfasis -y no entendía el por qué de la respuesta de tal fenómeno a la hora de tomar valores y estudiarlo-, era como si nosotros los fotones estuviéramos jugando con ellos…, pues en un sentido amoroso te puedo confirmar que así es, pero más que un juego, es una forma amorosa de mostrarle a los científicos que no todo el universo funciona como ellos pensaban y que no todo puede ser medido o interpretado desde la corta percepción de la mente.   Ahora los científicos y físicos han entrado en un horizonte en donde están a punto de comprender y ver con sus propios ojos a la luz de su conciencia, lo que han visto y comprobado, pero decidieron volverse para atrás, porque no pueden explicarse mentalmente como es nuestro comportamiento, no pueden entender que nosotros los fotones tengamos conciencia, que somos la conciencia misma de la Creación, que somos la memoria celular, poseemos la chispa de la Creación de todo lo que es y conectamos al Todo con todo.   Si jugamos en este momento con sus científicos, es porque les desafiamos a ver la realidad sobre nosotros. Pero se resisten, se quedan en la mera observación del fenómeno desde su estrecha visión mental, y no nos observan con el corazón, que es el que posee todas las respuestas.   Ustedes se encuentran en un gran punto de inflexión, en donde su tecnología ha superado con creces a su nivel de conciencia, o lo que es lo mismo, al nivel de amor que hay en su interior y ya que se está terminando el ciclo de la mentira, para comenzar el ciclo de la Verdad y del Amor, va a llegar un punto en donde el universo -tal cual como lo comprenden hoy en día- no les va a dar más respuestas, si lo siguen analizando con la corta percepción mental desde la que lo están intentando comprender. En cambio, cuando lo vean desde una visión más amplia, más abarcativa, desde la visión del Maestro Corazón que cada uno de ustedes posee, van a poder ver lo perfecta y sagrada que es la Vida, como todo está interconectado, y como todo funciona de una manera perfecta, equilibrándose constantemente.   Los fotones de luz somos la Consciencia de la Madre Creadora, somos el nivel de vibración de cada ser, somos lo que lo define como tal en la materia y la memoria que les recuerda constantemente como es el verdadero lugar al que pertenecen.   Cada objeto, persona o ser vivo está compuesto por nosotros, los fotones de luz, que nos comportamos de acuerdo al nivel de conciencia y al propósito que la Madre decodifica en cada uno.   Nico: Muchas gracias, querida conciencia fotónica por tu mensaje, ahora puedo ver y entender cómo es la verdad de las cosas, con una vista más amplia del corazón. …. Fotón de luz en nuestro ADN -- despertando información genética -- Activación de ADN Frecuencias   http://www.youtube.com/watch?v=LsTDMQemsfQ   2012, ¿Fotones de luz entran en el ADN del SER humano?   Querida Familia, os recomiendo poner mucha atención en la experiencia que tuvo la científica Jill Taylor con su hemisferio derecho y la conciencia fotónica, el campo de energía en el que estamos inmersos y que conecta todo con el Todo, como le dijeron los fotones a Nico. Esa es la realidad que se escapa a nuestra percepción lineal de la vida. Cuando el hemisferio izquierdo se quedó ‘callado’ ella pudo percibir la otra realidad de la vida, la invisible, la que sostiene esta que percibimos con nuestro cinco sentidos.   Ella tuvo esa experiencia como científica para comprobar por sí misma y explicar a quien la quisiera escuchar que se puede elegir vivir desde la consciencia unitiva y expansiva del hemisferio derecho, asociado al corazón, o desde la consciencia separatista y estrecha del hemisferio izquierdo, lineal y asociado al cerebro reptiliano, ese que nos hace vivir en estado de supervivencia y de lucha de forma continuada.   Dice ‘cuanto más tiempo elijamos la paz de nuestro hemisferio derecho, más paz proyectaremos en el mundo’ ¡cuánta razón tiene!   http://www.youtube.com/watch?v=DlFl_S6gRtc&feature=relmfu MÓNICA FELIPE LARRALDE: ‘DE NIÑA BUENA A MUJER… ¡PODEROSA Y EN SU LUGAR LEGÍTIMO!’ Y SU VÍDEO: VIENTRE DE MUJER, ÚTERO LIBERADO DEL PATRIARCADO Posted by Rowina on 5 November, 2012   Querida Familia, este fin de semana, Sinlin y yo hemos vivido -en el Taller de Mónica- unos momentos INOLVIDABLES y altamente sanadores, eliminando de nuestros úteros los vestigios que aún pudiera quedar en nosotras del patriarcado demoledor en el que hemos vivido como sociedad humana. Como nos decía Mónica, ‘si se acalla a la mujer, se acalla al hombre y al niño, no se les deja Ser verdaderamente’. ¡Cuánta razón tiene! Si se acalla al corazón –representado por la mujer, por el femenino de la Vida- la vida va a la deriva, como hemos visto en esta etapa de la Historia –el Kali Yuga o Edad de Hierro- que elegimos vivir….¡para ayudar a cambiarla, no solo para padecerla! Mónica trabaja claramente desde su Don, y su Taller de Reconexión con el Útero es altamente recomendable, por su efectividad y porque va ‘al grano’ como se tiene que ir ahora, para realmente cambiar y no sostener solo la ilusión del cambio.   En el Taller, Mónica nos habló de la ‘Niña Buena’ en que nos habíamos convertido todas de pequeñas, para poder ser amadas y aceptadas por nuestros padres. Muchas hermanas, aún no pudieron salirse de esas ‘Niñas Buenas’ por miedo a no ser queridas si lo hacían, otras, ni se dan cuenta de que emocionalmente son como ‘Niñas Buenas’ aunque estén bien creciditas y sean ‘eficientes ejecutivas’. Otras más, afortunadamente, valoramos más nuestra riqueza, que las migajas de amor y consideración de una sociedad enferma ‘de-mente’, y comenzamos el camino del empoderamiento interior, para convertirnos en Mujeres Poderosas o Sagradas, Guardianas de la Vida, la nuestra la primera.   También nos habló de la importancia de recuperar nuestro útero y su curva natural, es decir, nuestro vientre, pues cuando el útero se distiende, para poder ser creador y proporcionar una vida placentera y creativa en todos los sentidos, necesariamente hemos de tener ‘tripita’ o vientre, síntoma de un útero distendido y en su lugar.   Os ofrezco este artículo y este vídeo de Mónica que no tienen desperdicio y que nos invitan a reflexionar y a actuar.   ¡Que lo disfrutéis!     DE NIÑA BUENA A MUJER   La sociedad y la cultura en que hemos nacido marcaron nuestro devenir. Han creado las estructuras neuronales que, a día de hoy, conforman nuestros pensamientos y emociones, es decir, la manera en que vivimos y percibimos el mundo. Hemos aprendido a relacionarnos con los demás tal y como hicieron con nosotras. La economía, la identidad externa (los rasgos que me diferencias de los otros), la identidad interna (la conciencia de quien soy yo), la sexualidad, la corporeidad (conciencia de mi propio cuerpo), el placer, el intelecto… todo está sobrehilado con los conceptos culturales y las vivencias sociales que hemos experimentado desde niñas.   Nacimos en una sociedad patriarcal, en la que hombres y mujeres compartimos una visión de la existencia y las relaciones muy concreta. En el patriarcado, la sociedad se articula sobre niveles de poder. Estos poderes se articulan en torno a parámetros muy definidos: el hombre prevalece sobre la mujer (machismo), el adulto prevalece sobre el niño, y el niño mayor sobre el niño pequeño. Y además, el rico tiene más poder que el pobre, el intelectual que el iletrado, el médico que el paciente, el político que el ciudadano, el profesor que el alumno, los padres que los hijos… Esta sociedad se regula en torno a estos conceptos básicos de los que emanan muchas consecuencias prácticas y filosóficas.   Además el patriarcado incluye una forma muy concreta de relacionarnos: la competitividad. Desde bien pequeños, los niños y las niñassienten que deben competir para ser, para elaborar su identidad: soy más guapa que…, más buena que…, soy la mejor en… siempre en permanente comparación, en permanente competición. Los juegos de los niños suelen ser un buen ejemplo. Frente al juego colaborativo en el que todos ganan, en los juegos tradicionales siempre hay un ganador y un perdedor. Después, ya de adultas, continuamos compitiendo por las notas, los títulos, el dinero, los hombres, la belleza, la casa, la ropa (la industria de la cosmética y la moda conoce bien este diabólico mecanismo). Nos volvemos consumidoras compulsivas para ganar la competición y tener aquello que las demás no pueden tener: desde cochecitos para bebés de marcas, a bolsos de quinientos euros o pechos recauchutados. Todo sirve con tal de sentir que en mi identidad exterior valgo más que…, que, en definitiva, gano. Y es que, nosotras hemos estado al final del final del último eslabón de la cadena de poder: hemos sido niñas y pequeñas.   A través de este juego nos convertimos en esclavas de un sistema consumista en el que lo único es lo exterior. Y nos quedamos aniñadas, inmaduras y profundamente vulnerables.   Sería fácil decir que si lo has visto, si te has dado cuenta del engaño, ya puedes liberarte de él. Pero no. Esa falta de arraigo en la conciencia personal, en la que una Es, lo impide. Aún con cuarenta años seguimos moviéndonos entre la niña y la adolescente, entre la inseguridad y la rebeldía. Nos volvemos sumisas o resentidas… o ambas cosas. Pero, volvamos al principio.   Cuando nacimos nos educaron para ser niñas buenas. ¿Qué es una niña buena? Cierra los ojos e imagínala por un momento. Es una niña obediente, callada, limpia, asexual, estática, que no expresa sus emociones, peinada, obediente, prudente, casera, miedosa… en definitiva, sumisa. Aunque en la primera infancia nos hayamos rebelado, suele haber un momento antes o después en que claudicamos, sencillamente, nos rendimos. Nos dijimos algo como: “Por este camino no voy a ir a ningún lado, mejor seré buena y haré todo lo que mis padres/profesores/amigas me digan. Así me querrán mucho y yo seré muy feliz”. Y así, renunciamos al movimiento, a la expresión (de las emociones, pensamientos, ideas, creatividad), a la palabra, a la alegría, a la insumisión sana, al placer, al poder personal, que es expresión de nuestro Ser, de nuestra identidad profunda. Establecimos nuestra identidad en lo que digo y hago y no en lo que soy. En definitiva, nos volvimos unas niñas buenas.   Después, en la adolescencia, nos rebelamos. Pero ya no encontramos nuestro eje, habíamos roto la conexión con nuestra identidad profunda y quedamos a la deriva en un mar de impotencia y protesta. No queríamos seguir siendo las niñas buenas de antes pero tampoco sabíamos qué o cómo Ser. La adolescencia pasó, afortunadamente, pero no la sensación de rabia y de desconocimiento de mi misma. Iniciamos entonces la vida adulta vagando entre la comodidad de la niña buena y sumisa que acepta órdenes y sigue a la masa y la rebeldía y el rencor de intuir que las cosas no son como podían ser. Hasta llegar a la edad adulta…. Puede que por el camino hayamos renunciado a nuestra vocación: de pintora a vendedora, de bailarina a abogada, de científica a profesora. Puede que hayamos renunciado a vivir nuestro placer y sensualidad, a vivir en nuestro cuerpo, a sentir el deseo propio o abrirnos al placer en mayúsculas.   Quizá hemos renunciado a ejercer la maternidad que late en nuestro interior. O puede que hayamos decidido que era peligroso viajar, explorar, conocer, experimentar, equivocarnos sin culpa. Es posible que nos hayamos esforzado en no expresar nuestras necesidades vitales y afectivas, y nos hayamos alejado de las palabras que expresan nuestras emociones. Quizá hemos perdido nuestro camino y andamos vagando el camino que otros nos trazaron o que elegimos desde el miedo al rechazo o a la crítica propia o ajena. Y así nuestra vida no funciona. No somos felices y arrastramos los pies por un sendero polvoriento cuesta arriba.   Para cambiar nuestra vida, bastaría retomar el poder que nos fue arrebatado y que late en nuestro interior a la espera de mejores tiempos. Para el tao, el útero es el primer motor energético del cuerpo de la mujer. A través de él, se bombea la energía que nos permite vivir. Solo pudimos renunciar a la esencia que somos cerrando el caudal de energía que nos alimenta. Renunciamos al movimiento, la sexualidad, el placer y la expresión; es decir, redujimos la cantidad de energía que vivimos. O sea, debimos acomodar nuestra vitalidad a las horas sentadas, al silencio y a la sumisión. Por eso ahora estamos cansadas, nuestra femineidad nos duele (menstruaciones y parto), nos falta creatividad y nos sentimos perdidas.   Solo pudimos convertirnos en niñas buenas después de haber contraído (inconscientemente) el músculo que conforma el útero. Esa es la contracción inicial que sostiene el entramado de sometimiento, ideas limitadoras, miedos y represión que nos atenazan. Solo podemos llamar vida al acto de desplegar el potencial que anida en nuestro interior. Relajar este músculo nos permite volver a conectar con la vitalidad y el placer. Es un camino para ampliar nuestra experiencia vital y sostener el poder que todas las mujeres del mundo compartimos. Cuando una mujer encuentra su poder interior, que es el poder que sostiene la vida, no hay sociedad o cultura capaz de dominarla.   Y este es un camino que puede hacerse acompañada. Crear círculos de Mujeres en los que el crecimiento, la escucha interior y exterior, la oxitocina y la hermandad sean la base de las relaciones, es transformar el mundo. Es pasar de un mundo patriarcal, jerarquizado y competitivo a un mundo en el que las relaciones se establecen en la igualdad y el cuidado mutuo. Un espacio en el que ir ensayando los cambios que están en puertas. Un espacio para vivir hoy el mañana. Al fin, es momento de pasar de niña buenaa Mujer. …   Vientre de Mujer   Una reflexión sobre el patriarcado y el modelo que impone a la mujer. Desde los medios de comunicación hasta los escaparates de la calle, los maniquíes nos interrogan: y tú ¿eres como yo?   Más información en: http://estudiosobreelutero.blogspot.com Mail: estudiosobreelutero@gmail.com   http://www.youtube.com/watch?v=uIjMP09OyRU 修改訂閱 | 取消訂閱

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